Juego de Reyes “Una Negociación Entre Potencias”

Es importante que en cada negociación se identifique quien o quienes son los que tienen verdadera influencia sobre la decisión que se va a tomar, esto es, saber hacia quien deben ir dirigidos los esfuerzos, pues es evidente que en ocasiones se gastan recursos de manera ineficaz elaborando estrategias que abarquen la mayor cantidad de actores posibles, en vez de dirigir estas hacia quienes en verdad tienen el poder de negociación y, por lo tanto, de decisión.

Con base a esto, se puede evidenciar que, si bien es cierto, Cuba era un actor relevante dentro de la problemática en cuestión, este no era quien finalmente tomaría las decisiones sobre iniciar o no una guerra nuclear entre potencias. Estados Unidos sabia que esta decisión caí en manos específicamente de la URSS, quien más allá de querer ayudar a Cuba, lo que en verdad buscaba era ganar influencia en la zona, por lo tanto, este decidiría con base a lo que le representara mayores beneficios y, claramente, menores riesgos, por lo que era evidente que a quien se debía apelar era precisamente a los dirigentes soviéticos, más no, cubanos, pues de nada serviría convencer a estos últimos, si los primeros decidían no aceptar las propuestas o condiciones presentadas para dar solución al problema en cuestión.

De esta forma, Estados Unidos elaboró una estrategia focalizada y/o centrada en intereses y posiciones particulares, es decir, supo hacia quien dirigir sus esfuerzos, concentrándose, por lo tanto, en los aspectos clave que le permitirían atraer a la URSS hacia unas negociaciones, de las cuales no hizo parte Cuba, pues como ya se mencionó, este no tenia verdadero poder en las tomas de decisiones.

En conclusión, saber con quien se debe negociar, le permitió a Estados Unidos fijar un camino (flexible antes las posibles eventualidades) más delimitado y priorizado, en el que en vez de querer agradar a todos los involucrados, buscó apuntar hacia un único objetivo (actor), para este caso, la URSS.